¿QUE ES LO QUE HACE UNA CARA ATRACTIVA Y POR QUE ?
Los estudios sobre la belleza humana demuestran que la simetría es un referente esencial en su análisis. Esto es extensible a todas las culturas, con sus propios rasgos y peculiaridades. Aunque cada sociedad concreta interioriza sus peculiaridades, no existe atracción por la asimetría en ninguna de sus formas. Asimilamos los rasgos faciales desproporcionados y asimétricos como antiestéticos; mientras que los proporcionados, son unánimemente aceptables. La belleza reproduce la normalidad, nos atrae lo semejante y rechazamos lo diferente.
Las características faciales que son percibidas como atractivas han sido gestadas fruto de la diversidad biológica durante el curso de la evolución. La selección natural favorece a las caras simétricas, y a su vez, la preferencia por la simetría facial es una constante en la atracción hacia el sexo opuesto, por lo tanto, las personas con caras simétricas tienen una ventaja no sólo en términos de la función anatómica, sino también en términos de éxito reproductivo.
El atractivo puede señalizar una propensión biológica para la supervivencia (es decir, “buenos genes”) y las preferencias pueden ayudarnos a seleccionar un compañero óptimo ya que los rasgos normalizados pueden indicar diversidad genética que aumenta la inmunidad ante las enfermedades y resaltaría al candidato como compañero reproductor sano.
¿QUE PAPEL JUEGA EL ASPECTO DENTAL EN ESTE JUICIO ESTETICO?
La fisonomía dentofacial es la parte que más nos identifica y la expresión, el cuidado, e incluso la higiene de este sector, registran muchas características de nuestra personalidad. La apariencia dental, referida al conjunto de los dientes en el contexto del rostro revela nuestro yo físico más reconocible y denota mucho de nuestro carácter psicosocial. Por tanto, el análisis y la evaluación exhaustiva de estos rasgos será la prioridad del ortodoncista. Esta valoración debe barajar aspectos como los dientes en forma, tamaño y color, la interrelación entre ambas arcadas y la integración en el conjunto de la cara. La gestualidad de nuestro rostro está directamente vinculada a la morfología dental y es garantía de nuestra expresividad y actividad comunicadora. Esta gestualidad repercutirá también en la percepción de la belleza global ya que la sonrisa y los dientes son elementos trascendentes para determinar el atractivo de un rostro.
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