La Odontología Mínimamente Invasiva es una metodología de trabajo en la que el objetivo principal es la máxima conservación de los dientes. La prevención, el diagnostico precoz y técnicas especiales son la base para poder llevarla a cabo.
Es fundamental la comunicación con el paciente y que entienda e interiorice la importancia de sus revisiones periódicas, para poder prevenir y realizar tratamientos altamente conservadores. Cuanto antes se detectan los problemas más sencilla será la solución a todos los niveles incluido el económico.
Gracias al avance en las técnicas y los materiales odontológicos actuales es posible desarrollar este tipo de odontología. Han cambiado mucho los protocolos y el paciente ha salido reconfortado porque los tratamientos son cada vez menos invasivos y menos traumáticos. Por lo tanto, otro de los beneficios de este tipo de odontología es la reducción del miedo al dentista.